Hola, un amigo experto en parlantes profesionales y de casa, me hizo un upgrade de un par de venerables Jensen K-310A: la membrana del driver de agudos estaba "momificada", le puso una de un tweeter JBL, y al driver de bajos le puso una suspensión genérica de calidad. Y apareció el mejor sonido que este pequeño parlante de comienzos de los 50 puede brindar: magníficos medios y agudos, muy detallados y casi analíticos. Los bajos son claramente tímidos y no alcanzan la prominencia de los sistemas actuales de audio HiFi: están presentes pero nunca ocupan el primer plano. Son parlantes muy buenos para solos instrumentales, música de cámara y jazz, y para escucharlos cerca de sistema de audio. El sonido se queda al lado del parlante, y no inundan la sala como los buenos sistemas horn que he experimentado. Según un folleto encontrado en internet tienen 16 Ohm para una potencia recomendada de 16 watts. Es un sonido muy agradable que se beneficia con la ecualización inteligente de los buenos amplificadores integrados estéreo de Marantz o Denon, aunque con un single-ended Mizushima anduvo muy bien (6V6GT Mullard, 12Ax7 Telefunken, 274B). Es el sonido de los abuelos en todo su esplendor en un parlante verdaderamente "vintage": antiguo, escaso, de calidad, decorativo y con el sabor de la historia en su sonido.