Hola a tod@s, mi nombre es Juan Carlos,
Vivo en Ñuñoa, soy abogado laboral (por lo que, si alguien requiere una orientación buena onda, puede contactarme) y consumo mucha música. Mi interés por ella partió a través del descubrimiento de los cassette de Silvio Rodríguez que encontré empolvados, grabados directamente desde la transmisión radial que mi hermana, mucho mayor, realizó en su adolescencia. De ahí, pasé a Ska-P ¿Cómo ocurrió eso? No sé.
Por supuesto que, desde entonces, mi biblioteca musical ha ido ramificándose hacia el rock (gran parte de sus variables desde los 60 a los 90), jazz, reggae, blues, nueva canción chilena, metal, algo de pop, entre otros. Silvio siempre presente (L). Ska-P, no tanto. Tuve la suerte de tener una madre con conocimiento musical que me abrió las puertas para poder seguir solo.
De ahí, a tocar guitarra, fue inevitable. Tan inevitable como mi poca destreza en el instrumento.
En cuanto a mis cacharros, partí con minicomponente Philips comprado en el retail que, ahora me doy cuenta, era inversamente proporcional su estética a su calidad de sonido. Déjenme decirles que eran muy bonitos. Luego descubrí un tesoro oculto en la casa de mi abuela, que hice restaurar. Se trata de una radio Saba International a tubo, con el dial (sólo AM) en la parte superior, y un compartimiento intermedio con el tocadiscos. El único parlante que tiene está en la parte inferior del equipo. Es un mueble grande. El maestro me comentó que su fabricación se remonta a la década de los 40’ o 50’.
De todas maneras, trato de no usarlo mucho porque creo que la calidad del brazo (sin ningún tipo de regulación) y la aguja que tiene, daña los vinilos. Así las cosas, desde hace años quiero comprar una tornamesa de buenas prestaciones que, a la vez, elimine mi paranoia de daño en los discos. Independientemente de todo, pretendo conservar ese equipo para siempre porque es realmente hermoso y único.
Enseguida, por la necesidad de calidad de escucha y, sobre todo, de aislamiento y concentración que demanda mis labores, adquirí unos audífonos Bose Quietcomfort 35 II, con los que estoy feliz, especialmente por su NC. La oficina donde llevo a cabo mis funciones tiene ventana directa hacia la arteria principal de este país y yo no escucho nada. Chao micros, chao cahuín de oficina ¿chao jefe?
Ahora que tengo el privilegio de permitírmelo, y la pandemia demanda largas horas frente al PC (me refiero al teletrabajo como extensión fáctica e ilegal de la jornada de trabajo legal, fenómeno que se denomina elegantemente “flexibilidad”), elegí como próxima inversión los Audioengine HD3 para acompañarme diariamente en mi escritorio hogareño. Me parecen una buena opción como parlantes (activos) de escritorio, especialmente por conectividad y tamaño.
En este breve recorrido me he espantado con la ingente cantidad de impuestos que hay que asumir para traer los HD3 desde USA, por intermedio de Amazon o Ebay. Una locura. Casi 2/5 sino 1/3 del precio del producto, si es que no más. Una vez, en la noche, me atreví y los compré. Fueron míos por un minuto, al cabo del cual me asusté y cancelé la compra. Por de pronto, espero que alguna tienda los importe “al por mayor” y pueda ofrecer un valor más atractivo. La pandemia detuvo gran parte de los movimientos comerciales y no hay stock de nada ¡Pésimo momento para empezar en este campo!
Puesto que, como en toda área del conocimiento, mientras más se lee menos se sabe, estoy en la disyuntiva sobre si hacerme de un DAC que mejore el que tiene integrado mi notebook.
En ese mismo sentido, es decir, de tomar consciencia por medio de la lectura, es que me encuentro muy ansioso de dirigirme a la bodega donde quedaron todos los objetos “relegados” del cambio de casa donde vivía con mi vieja, dentro de los que se encuentra una tornamesa con dos grandes parlantes de madera. Espero encontrarme con una sorpresa que me permita ahorrar en lo que a tornamesa y parlantes de living se refiere.
Por el momento estoy ocupando un parlante portátil JBL Flip 5, a través de BT.
En fin, si bien hoy soy un neófito en esto del hi fi (y mucho más del hi end), espero poder aportar, algún día, desde mi humilde tribuna, a este genial foro. Por el momento, sólo puedo permanecer como voyerista del sonido.